Un gran debate en los Estados Unidos ha desatado las declaraciones de Nancy Messonnier, directora de la National Centre for Immunisation and Respiratory Diseases. Messonnier, advertía a los estadounidenses que se preparen para el brote de coronavirus que ha sacudido a China y golpeando la economía mundial, afirmando que era inevitable que el virus se propagara en Estados Unidos, la pregunta era cuándo ocurrirá esto y cuántas personas en Estados Unidos adquirirán la enfermedad.
La respuesta de Trump y sus simpatizantes ha sido denunciar que la señora Messonnier es parte de una conspiración de opositores politicos que buscan desestabilizar la administración Trump desatando el pánico en el país, lo que llevaría a una caída de la bolsa de valores, y un perjuicio económico golpeando su reelección presidencial.
Sin embargo, los casos en Estados Unidos se elevaron esta semana a 53, luego que se confirmara que 39 personas repatriadas desde China y del crucero Diamond Princess, en Japón, estaban contagiadas con la enfermedad.
Imparable en el mundo
La advertencia de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) se produjo al tiempo que nuevos casos de coronavirus han aparecido lejos de la provincia china de Hubei, el epicentro del brote, donde más de 50 millones de personas permanecen confinadas. Durante la última noche, se informó de más fallecimientos a causa del virus en China, Italia y Japón, así como en Corea del Sur, donde un soldado estadounidense ha sido puesto en cuarentena tras contraer el coronavirus.
En Irán, donde el sistema de salud pública ha sido diezmado por las sanciones encabezadas por Estados Unidos, un legislador sostiene que, solo en la ciudad de Qom, 50 personas han muerto tras contraer el coronavirus. En Argelia han informado del primer caso en su territorio y Brasil ha informado de un posible primer paciente.
En Estados Unidos, la alcaldesa de la ciudad de San Francisco, London Breed, declaró el estado de emergencia el martes, pese a que no se han reportado casos en el Área de la Bahía.
Mejor prevenir que lamentar
La doctora Messonnier advirtió a los estadounidenses que se preparen para interrupciones graves de la vida cotidiana: Los estadounidenses deberán cambiar algunas rutinas y llevar a cabo algunas medidas a nivel comunitario que pueden ser las más efectivas para reducir la propagación de este nuevo virus, como el cierre de escuelas, trabajar desde casa o el retraso en procedimientos médicos que no sean urgentes.
Algunas de estas medidas podrían incluir ausencias laborales y como consecuencia pérdida de ingresos. Messonnier considera: “que toda esta situación puede parecer abrumadora y que la interrupción de la vida cotidiana puede ser grave, pero estas son cosas en las que las personas deben comenzar a pensar cómo encarar una epidemia de esta naturaleza”.
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