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Jueves 08 de Abril del 2021

¿Son estúpidos los peruanos para volver a darle poder a Keiko Fujimori?

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Nadie puede creer que este 11 de abril los peruanos voten por Keiko Fujimori artifice de la crisis que viven


Son estúpidos los peruanos para volver a darle poder a Keiko Fujimori


Las últimas encuestas, de la misma empresa a las que papa Fujimori pagaba para siempre aparecer en el pico de la popularidad hoy esta filtrando encuestas donde le dan la victoria, en las elecciones del 11 de abril 2021, a Keiko Fujimori, disputando el primer lugar con un extremista de izquierda, Pedro Castillo. Incluir a Castillo parece ser una estrategia fujimorista para asustar al electorado con el cuco del extremismo de izquierda, es ella o la barbarie.

Pocos entienden que nuevamente los peruanos puedan cometer el mismo error del 2016, cuando le dieron su apoyo a la hija del dictador, quien no alcanzo la presidencia porque en un acto de civismo, la derecha y la izquierda peruana se unieron para impedir que el extremismo de derecha que personificaba Keiko Fujimori volviera a tomar el poder, que retuvo por 10 años, entre 1990 y el 2000, mediante un golpe de estado, y usando su poder económico para comprar a los otros poderes del estado, Poder Judicial y Legislativo, como a los medios de comunicación. En 2016 los peruanos se movilizaron y obtuvieron una victoria pírica, a pesar de ser derrotada en la presidencia Keiko Fujimori obtuvo el control total del poder legislativo, y por 3 años mantuvo en jaque al Perú, propiciando censuras a ministros, a gabinetes ministeriales, y la vacancia presidencial de quien fue su contrincante en las elecciones del 2016, Pedro Pablo Kuczynski.

Antes que Trump desatando su furia por perder las elecciones del año pasado, en el Perú la candidata perdedora, usando su poder en el congreso, precipito la caída del presidente Kuczynski, tanto era su odio contra este, que no le importo que indultara a su padre, ni involucrar a su hermano, Kenji Fujimori, en una trama de compra de congresistas para que votaran en contra de la vacancia presidencial. Su hermano fue grabado por un miembro del partido fujimorista ofreciendo obras públicas en la jurisdicción de los congresistas que apoyaran al presidente Kuczynski. La celada fue efectiva, Kuczynski debió renunciar a la presidencia, ahora sabemos que la misma Keiko Fujimori comploto con el vicepresidente Vizcarra para vacar a Kuczynski. Su hermano Kenji hasta ahora mantiene un proceso judicial que puede condenarlo a 12 años de cárcel por tráfico de influencias agravado, y el poder judicial suspendió el indulto regresando a la cárcel al padre de Keiko Fujimori.

Esto solo es una muestra de la demencial actitud que tuvo Keiko Fujimori desde el 2016, que convirtió a un país como el Perú que era estable, donde el ruido político nunca interfería con la economía, en un estado anárquico, donde el poder legislativo ha mantenido a lo largo de casi 5 años una guerra frontal contra el poder ejecutivo, que se ha acentuado a raíz de la pandemia, cuando congresistas de caudillos politicos, entre ellos, si, Keiko Fujimori, Cesar Acuña, Raúl Diez Canseco, Marco Arana, Luna Gálvez, entre otros vacaron al presidente que sucedió a PPK, Martin Vizcarra, por estar involucrado en una investigación fiscal, cuando la misma Keiko Fujimori a lo largo de estos años se le ha probado que usaba su partido para captar millonarios aportes de empresarios que nunca declaro al fisco.

La pregunta es necesaria, ¿somos tan estúpidos los peruanos? Son capaces de volver a darle una victoria en primera vuelta y una mayoría en el congreso a la persona que saboteo todas la iniciativas del ejecutivo, que aprovechándose de su poder acabo con la reforma educativa que venía realizando el ex ministro Jaime Saavedra, hoy Director Global de Educación del Banco Mundial, e impidió que se llevara a cabo cambios en el sistema político peruano, donde los partidos politicos se convirtieron en negocios privados de los caudillos, captando dinero de empresarios, y cobrando a candidatos al congreso, de su partido, por incluirlos en la lista de postulantes, no importando si este tenía un prontuario criminal, o había sido sentenciado por corrupción, lo que valía es cuanto dinero podían obtener.

No solo frustro la reforma política, Keiko Fujimori impide hasta ahora que se reforme el poder judicial, donde todos saben muchos jueces y fiscales tienen precio, y eso lo vemos todos los días cuando violadores son liberados, y la policía captura a delincuentes reincidentes que tienen varios ingresos a prisión, pero siempre consiguen a un “juez amigo” que revierte sus órdenes de prisión.

Es una locura pensar que los peruanos premiaran a quien representa la extrema derecha más lumpen, y quién acabara, de llegar a la presidencia, con todos los cambios que se han estado realizando en los poderes del estado. Keiko Fujimori quiere regresarnos a las épocas de su padre, donde cada congresista, cada juez o fiscal podía ser comprado, cuando la prensa se alineaba a sus planes de perpetuarse en el poder.

Keiko Fujimori no quiere al Perú, como ha demostrado no amar a su padre, ni a su madre, mucho menos a su hermano, a quien tendió una trampa para sacarlo del congreso, porque no quería compartir el poder.

Cuando este frente a la cedula de votación, piense si su moral y ética es compatible con quien a lo largo de su vida política ha delinquido usando a su partido político, y no dudo en acabar con la estabilidad política y económica que habíamos mantenido desde el 2001, que nos permitió progresar y reducir la pobreza como nunca antes en nuestra historia. Estamos perdiendo la guerra contra el Covid-19 en buena parte porque en vez de unirnos para enfrentar la pandemia los politicos peruanos nos dividen y llenan los medios de comunicación con noticias falsas. No olvidemos que un candidato del partido Fuerza Popular, Ernesto Bustamante, ha venido saboteando los esfuerzos del gobierno para vacunar a los peruanos, congelando la importación de las vacunas de sinopharm, asegurando que no son efectivas contra el coronavirus, una mentira más del fujimorismo, que paralizo las negociaciones con los chinos para traer la vacuna. Hoy sabemos que gracias al primer lote de vacunas de sinopharm con las que se vacuno al personal de salud, que está en primera línea luchando contra el Covid-19, se ha reducido considerablemente los casos de enfermedad y mortandad, como ha informado el colegio médico.


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