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Lunes 01 de Marzo del 2021

El presidente Sagasti necesita un jefe de prensa

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Sagasti es una intelectual, un devorador de libros, un presidente inusual en el Per


El presidente Sagasti necesita un jefe de prensa


Anoche en un programa de televisión, de la familia Miro Quesada, donde por varios minutos la periodista Mávila Huertas, literalmente acorraló al presidente con el tema de la libre importación de vacunas, Sagasti dijo que no permitirá que haya ricos que se vacunen mientras los pobres no tienen acceso a las vacunas. Sonó mal, por supuesto, pero la realidad en que en todos los países del mundo no se está permitiendo que con dinero en la mano un rico compre vacunas y se salte la valla.

Cuando se inició el proceso de vacunación en Canadá, en enero, los medios canadiense dieron a conocer un caso, que después se repetiría a nivel mundial, una pareja de canadienses multimillonarios alquilaron un avioneta privada, volaron 3 mil kilómetros de las costas canadienses del Atlántico hasta las costas del Pacifico, para llegar a Beaver Creek, cerca de Alaska, donde sabían el gobierno canadiense estaba vacunando a indígenas que por estar aislados eran menos inmunes a virus externos, lo que los convertía en una comunidad de alto riesgo. La pareja de millonarios se hizo pasar por trabajadores de un hotel cercano, y consiguió ser vacunada. La reacción del gobierno canadiense fue multar a la pareja. Este primer caso de vacunas VIP deja ver que en los países desarrollados a nadie le llama la atención que el gobierno este monopolizando la distribución de las vacunas contra el COVID-19, y menos la prensa ocupa muchas de sus portadas y horas de transmisión incidiendo que deben permitir la libre distribución de las vacunas.

Las vacunas deben pasar por control de calidad, el gobierno de Estados Unidos invirtió mucho dinero para que los farmacéuticas privadas de su país investigaran y desarrollaran las vacunas contra el COVID-19, y no va permitir que privados comiencen a hacer lo que saben hacer bien, negociar y sacar utilidades de su inversión.

Si el estado permite que los empresarios, a los que hoy la extrema derecha llama: empresarios caritativos y preocupados por el Perú, importe la vacuna Rusa (la única que, dicen ellos, trata con empresarios), y el gobierno también las importa, como están en los planes, automáticamente se desarrollaría un mercado negro de vacunas, propiciando el robo de las mismas en dependencias públicas; porque mientras sea una vacuna solo del estado se puede controlar su distribución, cuando pasa a ser un bien común, robarla, venderla e inyectarla a cualquiera se podrá hacer. Pronto aparecerán avisos en Internet ofreciendo vacunas rusas, y la policía tendrá un nuevo dolor de cabeza, perseguir a estafadores que venden vacunas robadas, como a estafadores que por ganar unos soles ofrecerán vacunas, que en el mejor de los casos inocularan un placebo, en el peor puede en su intento de aparentar ser serios inocular agua u otras sustancias.

El problema de Sagasti es que no sabe mentir, buen punto a su favor, pero tampoco sabe dorar la píldora, y sus declaraciones son apetitosas para los enemigos del Perú que se pasan todo el día en redes. La realidad es que es política mundial, por lo menos de países desarrollados, y gobiernos democráticos, no dejar que haya vacunas VIP, porque puede llevar a un descontento social que haga más amplia la brecha entre pobres y ricos. Solo damos un ejemplo claro, la señora Jessica Tapia Dykeman @jessicavtg pasa todo el día retuiteando publicaciones que atacan al gobierno actual, bien es su derecho, ahora está en campaña denunciando que Sagasti quiere dejar morir a los peruanos. Pero no dice que ella, ni su esposo, se han vacunado hasta ahora, no porque USA no quiera vacunar a los ricos o a la clase media, sino porque están respetando un cronograma de vacunación, según rango de edad, y los Dykeman Tapia no están comprendidos aún, pero no veo que llame asesino a Biden, por no permitir que cualquier con dinero pueda hacerse con una vacuna. No… Ella y los suyos parecen abocados a hacer una contra campaña no contra Sagasti, sino contra su partido.

Por cierto Jessica Tapia Dykeman hasta hace poco decía que la vacuna china no valía nada, que no la merecíamos los peruanos, que ella jamás se vacunaría con ella, pero ahora que los empresarios tienen puesta su mira en el negocio de las vacunas exige que permitan importar las vacunas rusas, las que menos controles han pasado, mientras que la vacuna China lleva meses siendo monitorizada en el Perú, y las otras tienen el respaldo de la FDA y la Agencia Europea de Medicamentos. Recién estas semanas, después de haber probado con los argentinos, se puede decir que fueron los conejillos de indias, la comunidad médica internacional ha podido medir el grado de inmunización que tiene, y la seguridad que presenta.
 






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